Levemente desenfocado. Algo desaturado de color, tirando a gris, a tonos fríos. Falto de brillo.
Como cuando está nublado. Como los días de niebla.
Mirando al frente sin disimular el pequeño esfuerzo.
Algo o bastante tensos los músculos de la escápula izquierda.
Los dos ojos entornados. Como en fase de querer despertar. O como si tuvieran sueño, ganas de cerrarse. No queda claro.
Ciertamente más cerrado el izquierdo. Como si estuviese en comunicación directa con esa tensión de su homóloga escápula;
Pareciera algo dolorido. En cambio el derecho aparenta más sereno, y despierto.
Podría leerse también una leve tristeza en mirada y boca, no andaría del todo mal encaminada la lectura.
Ahora, si hay algo que engloba a toda la imagen, a la expresión, es ese carácter desenfocado, nublado y apagado. Espeso.
Está bien colocarse enfrente del espejo, de vez en cuando.
Y mirar, y leer. Y escribir sobre ello.
Situarse, es como una primera bocanada de aire.
Es imposible que te falte brillo porque todo tú eres luz!;) Saluditos danzarines,
Ana Belén.
ainss, claro que a veces nos falta brillo… aunque palabras como las tuyas lo devuelven rápido!
un abrazo grande