Además estaba el trabajo UJI, etc…
Y bueno, tuve que olvidarme de la palabra «control» y confiar, dedicarme sobretodo a confiar.
El sábado aprendí muchas cosas.Aprendí que se puede ir a un lugar desconocido, sin saber muchas cosas, sin saber quién va a venir, ni cuántas personas, ni de qué perfiles. Y empezar sin que funcionen esas tecnologías que a veces pensamos que nos tienen que salvar.
Y que «solo» nos tengamos a nosotros, a todo un pueblo, para experimentar durante todo un día esto de aumentar la consciencia sobre el acto de mirar. Y hacer de él un acto más comprometido, personal. Descubrir cuanto puede decir de nosotros la forma en la que miramos. Y de paso abrirnos a los demás. Romper algún que otro estereotipo, experimentar el contacto con desconocidos.
Mucho, mucho aprendido. Y sobretodo, confirmado que no nos queda más que confiar.
En confiar está la clave.
Endavant que Vistabella dona per molt.
Boniques i agraïdes imatges sobre la terra i la gent de muntanya. La meua gent. Gràcies per la mirada de respecte i d’admiració.