Acompañar es una de esas palabras a las que le he ido cogiendo el gusto con el paso del tiempo.
Como sabéis, ha ido haciéndose central en mi modo, primero en mi enfoque del trabajo como psicoterapeuta y últimamente también se ha convertido en la manera de entender y de enfocar mi trabajo como fotógrafo. En este post os cuento qué experiencias me han llevado a apostar por este verbo: acompañar:
Os cuento qué cositas que me han traído hasta aquí…
- Una es el enfoque GESTALT de terapia. Por resumir muy resumidamente, nuestra función principal en la terapia es apoyar, acompañar, facilitar, no empujar. Siempre digo a mis pacientes que somos como una especie de lamparita de noche, en la mesilla, que en un momento dado en el que a la persona le cuesta ver con claridad pues está todo oscuro, enciende a su lado y le acompaña durante un tiempo en la lectura de su propio libro.
- Ya a nivel fotográfico, digamos que en general me gusta muy poco intervenir en lo que fotografío. Me gusta asomarme a las cosas, y no ser visto; me gusta captar lo que ocurre, sin más. Este tipo de mirada fotográfica está muy bien desde el punto de vista creativo, ahora, no es el tipo de fotografía en el que yo podía pensar de cara a ganarme la vida como fotógrafo.
- Por suerte, el año pasado apareció una suerte de proyecto en mi vida, que fue hacer las fotos para el libro LACTANCIA. El enfoque era justamente ese, asomarnos a la realidad, mostrar lo que hay. Sin maquillarla. Así que tenía ante mí la oportunidad fotográfica de mi vida: poder practicar este tipo de mirada en un proyecto profesional. Y sí, fue posible.
- Hubieron otros proyectos donde ésta fue la forma de mirar: asomándome al día a día en DONYETS, saliendo a la calle en las dos ediciones de RUZAFA loves KIDS, incluso en la forma de abordar el trabajo en eventos, como en HAT GALLERY… Digamos que lo que en un principio era más un llevar a lo fotográfico mi manera de ver las cosas, se convirtió en que quienes esperaban esas fotografías estaban contentos con ese tipo de mirada, donde no hay poses, donde no hay un «haz esto» o un «ponte aquí, mira allí…»
- Y la guinda, la gran guinda fue una de las experiencias más impactantes de mi vida. Que alguien me invitase a pasar seis días asomándome a su mundo, en Francia y Bélgica (donde estaba su familia) y en Alemania, donde estaba finalizando sus estudios de máster. Y que las únicas instrucciones fueran: sigue tu intuición (no lo desarrollo más, es RENCONTRES, el proyecto de Nelly Van Oost del que ya os he hablado en otras entradas).
El año 2012 fue pues así un año de experiencias en este sentido, de atreverme y de probar este enfoque, y de comprobar que gustaba. Llegó 2013, se acababa el paro, y tocaba apostar.
Costó, tenía mis dudas, pero al mismo tiempo tenía esas experiencias anteriores que me decían SÍ, esos comentarios de muchas personas hacia las fotografías, y sobretodo, una intuición personal: Sí, tenía que hacerlo.
Así que SÍ. Esta mi primera apuesta fotográfica profesional: ACOMPAÑAMIENTO FOTOGRÁFICO. Si clicáis sobre el enlace podéis informaros de precios y demás…