Hace un año, por estas fechas andaba sumergido en mi primer gran proyecto fotográfico. Hacerme «amigo» de muchas mamás, y digo hacerme «amigo» porque el trabajo era adentrarme en sus casas, en su intimidad, en su día a día y hacer unas fotos diferentes, con las que haríamos un libro. Una gran apuesta y un gran sueño de la recién nacida Litera LIBROS, de Juan Romero.
En noviembre lo presentábamos.
Tanto el proceso como el resultado; tanto la experiencia de cuatro meses con las mamás, como todo lo que ha ocurrido desde que nació, las impresiones de los lectores, de los profesionales que lo han leído…
La palabra que resume este libro es emoción.
Y sí, hasta las presentaciones del libro junto a Juan y Noelia, nos comentan que son muy emotivas. Que deberíamos grabarlas. Me resulta curioso, cuanto menos. Emocionarse debería ser algo más natural, algo más cotidiano, y no algo noticiable.
Desde anoche, soy tío. Experiencia esta sí, noticiable y emotiva como pocas.
Estas navidades, cuando vi a mi hermana (la veo muy poquito, pues ella y su chico viven en el norte de Palencia), les llevé un ejemplar de LACTANCIA… imagináos mi ilusión al regalárselo.
Esta mañana hablaba con ella, desde el hospital, y me contaba que ya Adrián anda mamando, que le estiraba un poco al principio, pero que no le había dolido nada, y claro… me han venido de un plumazo tantos momentos con tantas mamás… que imagináos lo a flor de piel que estoy.
Las siguientes son palabras del día siguiente a la primera presentación, muy en la línea del estado a flor de piel que tengo ahora mismo. Ah, todo este a flor de piel es un libro, y se vende, poquito a poco, el boca a boca está haciendo mucho, y por lo que nos cuentan las bocas, hace felices a muchas personas, está siendo un apoyo a muchas mamás. Y de lo que más orgulloso estoy: emociona.
Al final vamos a hacer un poquito más cotidiano el emocionarse, con LACTANCIA.
…
«Magia es sentirte presente. Sentir que no te estás escondiendo de lo que sientes, y al mismo tiempo, disfrutarlo. Magia es que te digan cosas bonitas, y seas capaz de recibirlas (por fín). Magia es que se junte tanta gente bonita, casi todas las mamas del libro, y veas en sus rostros basicamente felicidad. Magia es el acto simbólico de entregarle a cada una su bolsa con su libro dentro. Magia es cuando de repente se sentaron todos, y pese a que no sabía qué decir, puede escuchar perfectamente a Noelia y después a Juan, y no quedarme pensando en lo que iba a decir primero, o lo que había dicho después. Magia fue un momento que les miré a Juan, Noelia y Carlos, y a mí entre ellos, y dije, jo, qué equipazo. Magia es descubrir a algunas parejas de algunas mamás, y a amigas de, emocionados también. Y que te digan cosas sin decírtelas. Y algunos diciéndotelas, también. Magia son momentos como cuando una mamá te regala el cd que pisoteaste y rompiste en su casa, con una notita que se queda para mí.
Magia es irme agotado a casa, y sentir que no me había dejado nada dentro.
Luego no sé si es magia lo que continuó en las casas, anoche, linterna en mano incluso, cuando las mamás habéis ido descubriendo el libro, lo que continua hoy, pero debe parecerse, por lo que habéis escrito anoche, esta mañana…
Igual no es magia por lo que decía, que al escribirla, al reducirla a palabras, deja de ser la misma que hubo.
Pero esta vez merecía ser escrita»