Hace casi dos meses me encontraba con la magia, en forma de bolsa bailando para mí. Desde aquel momento maravilloso de American Beauty, creo que estaba esperando un regalo así.
Acercándose, alejándose… la bolsa parecía bailar para mí en una danza que duró casi dos minutos. Con mis conocimientos nulos de edición de vídeo y demás, pues se quedó todo en unas fotos, una tras la otra…. hasta que hace una semana, me encontré con un mail cuyo encabezamiento era:
«tu bolsa reproducida infinitas veces»
Parece que la magia también hace trayectos de ida y vuelta.
😉