«Primero encontré el escenario.
Hubo algo que me enganchó y que me hizo volver.
Una cierta tensión. Una sensación claustrofóbica, casi de falta de aire.

Sentí como si hubiera una emoción propia de esos doscientos metros de calle:
las personas caminaban distinto, miraban distinto. Respiraban distinto.

Se inició un juego que acabó convirtiéndose en peregrinación. No podía salir de allí.

Comencé a fijarme en la forma de los edificios, sus estructuras. A darle vueltas
a cómo podría afectar al estado de ánimo el entorno en el que nos movemos,
los colores, los materiales de las edificaciones, su densidad…»

Ocaso es un proyecto fotográfico que he desarrollado por primera vez con una idea previa, no desde la improvisación. Con un método. Casi casi obsesivo. Un proceso que duró meses, y durante el cual no mostré absolutamente nada. Raro en mí. Era mi forma de cuidarlo.

 

Llegó el momento de editar. Me costó iniciar este proceso. Ahora, era cuestión de ponerme (llamémosle ponerme a imprimirlas, tirarlas sobre el suelo, y hacerlo). En el proceso he tenido la ayuda, el consejo de una fotógrafa a la que admiro, Tatjana Schlöer, desde Alemania.

Quién también me recomendó un lugar donde imprimir. El Estudio Paco Mora. Estoy enamorado del estudio. Así por resumir. Alguien que acompaña al autor, y que cuida cada detalle.

 

En seis días las veré impresas, aunque esta misma tarde he visto una prueba de color, y también por resumir, estoy muy contento.

En el camino estoy teniendo muchas otras ayudas: quien ha diseñado la postal, quien iluminará la exposición, quien me ayudará en el montaje… Pilar, Ximo, Ricardo, Emilio, Ana, Rodrigo, es de sonreír todo el rato.

 

En nueve días llegará el turno de las imágenes. Y del autor. Ahora es cuando toca mostrarse.

Exponerse es un ejercicio potente. Donde es sencillo que aparezca la vulnerabilidad.

Ahora, reconozco que esta vez estoy satisfecho con el trabajo, y lo que siento es intríngulis, y muchas muchas ganas.

 

El trabajo se completa cuando se muestra. Lo que se ha llevado dentro deja de insistir.

Y pasa a existir.