Hay pasos que son más simbólicos que importantes.
Esta tarde llegaban mis primeras tarjetas.
Quizá os parezca una tontería. Unas simples tarjetas.
No son las tarjetas. Es lo que pone en ellas.
No es la imagen que acompaña. Sino lo que significó ese viaje.
Que llegue el día en que sabes qué poner, y entonces, ya lo puedes comunicar.
Y luego el acto en sí: construirlas, enviarlo, que vuelen desde Inglaterra, llegar a casa, abrir la caja y verlas y tocarlas.
Pero sobretodo, que llegue el día en que sabes qué poner, y entonces des ese paso.
Qué narices. Ese paso importante.